Una de las fallas más frecuentes en refrigeradores es cuando el equipo comienza a botar agua.
Esto ocurre porque el desagüe se tapa con hielo, impidiendo el flujo normal y acumulando agua en la parte baja del refrigerador.
Con una mantención preventiva evitamos este problema y realizamos:
- Desarme parcial y limpieza profunda de ductos de desagüe.
- Eliminación de bloqueos de hielo en el sistema.
- Limpieza de serpentines y condensador.
- Revisión y limpieza de ventiladores.
- Revisión de termostatos, sensores y tarjeta electrónica.
- Control de fugas y estado de aislaciones.
- Revisión y limpieza de bandeja de agua y motor ventilador del condensador.
Beneficios de la mantención preventiva
- Evita acumulación de agua y malos olores.
- Mejora la eficiencia de enfriamiento.
- Reduce el consumo eléctrico.
- Prolonga la vida útil del compresor y otros componentes.
En pocas palabras...
Una mantención preventiva a tiempo mantiene tu refrigerador funcionando al 100%, sin filtraciones de agua ni riesgos de fallas mayores.